Fuente: Por Guillermo Ruiz -19 agosto, 2019
Los estados de ánimo son altamente contagiosos, es decir, el humor y la predisposición de uno o más miembros puede propagarse rápidamente en el resto del equipo. Una persona se encuentra siempre en un estado de ánimo particular.
También los entornos sociales como por ejemplo, un país, una comunidad, una empresa, familia, equipo habitan un estado de ánimo. Basta recordar frases como «la alegría es brasilera» para pensar en lo que nos espera al cruzar la frontera para ingresar en ese país o adentrarnos en la letra del tango argentino para descubrir el tinte nostálgico y melancólico de un gran número de argentinos.
Al referirnos a «estados de ánimo de empresas» no hablamos de sentimientos o de emociones sino al decir de Fernando Flores, «de las formas en que las experiencias pasadas de las personas las predisponen a ciertas acciones«. Influyen en nuestra manera de ver la vida y el futuro. Poco podremos alentar a un equipo a tener grandes cambios cuando nos invade la tristeza o lejos estará la mirada de crecientes inversiones y desarrollo de negocios cuando nos invade la resignación.
Un líder ha de tener la capacidad de captar el estado de ánimo en que se encuentra su equipo, y la habilidad para crear y diseñar el estado de ánimo más apropiado para la consecución de los objetivos propuestos.Tenemos numerosos ejemplos de líderes que han sabido movilizar a grupos humanos hacia una vida de esperanza y posibilidad…. ¿Cómo logró Mandela sacar adelante a su país en medio de un clima de apartheid y resentimiento? ¿Hubiera logrado pacificar de algún modo su nación si no hubiera trabajado en el estado de ánimo de sus miembros?
Los estados de ánimos «negativos» cierran posibilidades y tornan muy difícil trabajar coordinadamente en equipo. Pensemos en cuál sería la productividad de un grupo de trabajo en el que sus miembros confíen en el aporte profesional de cada uno y cuál la de otro en el que sus miembros estén sumidos en la victimización y la falta de confianza. ¿Cuál será la actitud de un empleado ante un nuevo proyecto si piensa que ninguna de las sugerencias que hizo anteriormente fue tenida en cuenta?
Un buen líder debe estar muy al tanto que autoengaño es una estrategia muy empleada en las organizaciones y que la gente, en ocasiones, manifiesta lo que prevee que se quiere oír y no lo que siente verdaderamente con lo que es difícil reconocer el auténtico estado de ánimo y mucho más cambiarlo.
Un futuro creativo es posible cuando los miembros creen en su empresa. Para que este futuro se materialice son indispensables el compromiso y las acciones conjuntas de todo el equipo. Las acciones que el líder tome serán determinantes para este fin. Deberá generar un clima de confianza con su equipo y sin dudas arbitrar los canales para escuchar a su gente y lograr que ésta se sienta escuchada. Un empleado no escuchado, no tenido en cuenta, sólo atinará a cumplir a destajo su trabajo sin poner en absoluto en juego su capacidad creativa al servicio de su empresa.