Fuente: Fuentes Por Rodrigo Nadal 26/03/2019
De qué manera pueden las familias o los individuos hacer frente a la creciente inflación. Cómo no caer en deudas impagables.
El Índice de Precios al Consumidor, mejor conocido como inflación, es un valor que atraviesa la economía de un país y marca el camino para las decisiones económicas que se tomen a futuro. Según los últimos datos del Indec, la inflación acumulada para el 2018 se acercó al 47,6% y durante primeros meses del año ya sumó un 6,8%.
Las variaciones de este indicador tienen grandes repercusiones en la economía nacional, ya que funciona como valor de referencia para establecer los incrementos salariales y los montos de las jubilaciones. El problema se presenta cuando estos ajustes salariales no logran equiparar los aumentos de precios, lo cual puede producir un cambio en el comportamiento de consumo de las familias.
Cuando los ingresos se mantienen iguales y no se cambian los hábitos de consumo, se deberá destinar más dinero a los gastos y esto podría ocasionar que las personas consuman su sueldo antes de fin de mes. Si bien existe la posibilidad de que los precios bajen y las cantidades se ajusten en el largo plazo, las familias deberían revisar sus presupuestos y ajustar sus compras para evitar caer en deudas impagables.
Acá a continuación van cinco consejos para que las familias o individuos puedan enfrentar a la inflación.
Existen diversos factores que interceden en el incremento de precios, por lo que se dificulta prevenir el comportamiento mes a mes. Sin embargo, hay instituciones, como el Indec, que establecen sus proyecciones anuales, además de economistas y consultoras internacionales que suelen comentar sobre el tema. Así que, si contemplamos lo que dicen los expertos, podremos estar mejor prevenidos sobre cómo será nuestro gasto futuro.
Así como se producen cambios en la inflación, se debe ir adaptando el presupuesto. La flexibilidad y la previsión serán muy útiles cuando sea necesario modificar los montos. También es importante evaluar los gastos cotidianos que se pueden prevenir y estar alerta a las ofertas para aprovechar los descuentos en productos de uso cotidiano.
Si una familia decide embarcarse en una gran compra, como puede ser una casa, un auto o adquirir alguna otra propiedad costosa, entonces la inflación debe ser un punto clave en el proyecto. Una opción es prever el costo que tendrá el bien en algunos años y ahorrar en función de ese precio, no del que tiene hoy.
En estas situaciones es importante consultar cómo se encuentra la situación crediticia de cada persona. Evaluar el comportamiento de pago y a cuánto ascienden las deudas pendientes es clave para determinar el dinero que se puede destinar para las compras mensuales. Además, esta información es importante porque si la persona utiliza las tarjetas para financiarse de manera cotidiana, poco a poco incrementa su gasto.
Si bien el primer instinto es ahorrar la mayor cantidad de dinero posible, no siempre es la mejor opción para afrontar momentos de vaivenes económicos. Una buena opción es destinar un monto definido de dinero en una inversión que ofrezca mayores rendimientos anuales que la tasa de inflación. De esta forma, el dinero ganará valor en lugar de perderlo.